Son ideales para ti si experimentas: estrés crónico o ansiedad constante, insomnio o despertares nocturnos frecuentes (especialmente en las madrugadas y no vuelves a dormir), agotamiento que no mejora con descanso, "cansancio pero acelerada", insomnio relacionado con tu ciclo menstrual (especialmente antes del período), cambios de humor severos, niebla mental, problemas hormonales (SOP, tiroides, períodos irregulares), o si sientes que tu cuerpo está en "modo supervivencia" 24/7.